Aquí vamos a ver qué sucedió después de que el pobre Arthur Dent se quedara sin su planeta y volveremos a tocar el tema de la respuesta acerca de la vida, qué significaba ese numero 42.
En si, ambos libros, vienen siendo una locura hermosa. es de esas novelas que te hacen reír mientras te recuerdan que el universo es un desastre absoluto, que nada tiene sentido, y que igual seguimos adelante porque, buen… ya estamos acá.
Arthur debe aprender a lidiar y a vivir en realidad, en el espacio, a bordo de naves, viajando junto a sus nuevos amigos extraterrestres, y junto a otro humano que también se salvó de la destrucción de la tierra.
Me encanta las ocurrencias del autor, son a veces pequeños detalles, pero son tan simpáticos que dan mucha gracia, por ejemplo, sin dar mucho contexto hay una escena donde una nueva sociedad inventa el dinero, pero deciden que el mismo serán las hojas de los arboles, y ellos están rodeados de arboles, por ende todos son millonarios, y por eso también, hay inflación, la solución es quemar los bosques.
Pero lo que más me gustó, es esa idea de "el restaurante del fin de mundo" que seria un restaurante que se encuentra dentro de una burbuja, a unos pocos minutos de que acabe todo, de que todo el universo muera. Los clientes comen muy rico, mientras ven por la ventana del restaurante como van explotando las galaxias y planetas, pero ellos no mueren, solo ven todo mientras un anfitrión anima la fiesta y narra todo. Incluso hay clientes que han presenciado ese espectáculo mas de una vez.
Hay un momento donde quizás, la historia se puso un poco mas turbia o oscura, por lo menos yo lo sentí así, y Arthur Dent también, es ese donde los protagonistas conocen al animal diseñado para desear ser comido. Esta vaca ofrece las partes de su cuerpo, sugiriendo incluso cuales son mas sabrosas.
Si hay algo que queda claro, es que el universo es un caos absurdo. Nada es tomado en serio por los personajes. En ocasiones las respuestas a los problemas suelen ser poco practicas, y ni hablar de los pensamientos o comentarios.
El universo no tiene sentido, creo que la falta de propósito es la temática central. No existe verdaderamente un “plan maestro”. Y si existe, probablemente sea ridículo.
Es un librito muy simpático, con muchos momentos que me sacaron una sonrisa. Sin dudas seguiré con la tercera parte, que lleva por nombre "La vida, el universo y todo lo demás"
Comentarios
Publicar un comentario