Reseña: La número 23 de Clara Suarez

Título: La número 23
Autora: Clara Suarez
Características: Tapa blanda con solapa
Páginas: 216
Autoconclusivo
Editorial: Tinta Libre

¡Muchas gracias a la autora por el ejemplar!

Sinopsis:

Adela cuenta una historia, su historia. Una historia de violencia por parte de su novio Francisco, una historia de soledades y miedos. La cuenta para entender y escapar de un presente doloroso. Realizando un viaje hacia el pasado, recorriendo de punta a punta su vida, Adela va formando el orden de las cosas en un intento por generar respuestas que le armen un escape al horror y la alejen de la promesa de un futuro sin final feliz.

"Estuve llorando por un largo rato, con mi cuerpo roto,
hasta que la puerta de la pieza se abrió de forma suave y silenciosa.
La mirada intensa de Francisco se asomó por ella y contempló mis lágrimas con total impunidad.
Realmente me aterró en ese momento que nada se podía leer en su cara,
cómo si él fuera un espectador ajeno de todo lo ocurrido"

Reseña:
Hasta el momento vengo teniendo una buena racha con mis lecturas, y me parece que la seguiré teniendo por un tiempo más.

En este día fresco les quiero hablar sobre este libro de Clara Suarez, joven escritora Argentina nacida en Rosario.
"La número 23" es una novela que nos cuenta a modo de "diario", la vida de Adela y cómo ésta se va volviendo cada vez más oscura.
El libro comienza un 8 de noviembre de 2015, con una Adela ya destrozada física y mentalmente, en una oscura habitación, evocando recuerdos de cuando era una niña y tratando de describir a través de la escritura los sucesos que le siguieron a esa inocente infancia, sus grandes errores que la llevaron a "convertirse en un número para dejar de ser una persona", y en ese proceso comprender captando detalles que antes le habían pasado desapercibidos.

Adela deja en claro en estas páginas cómo fue el proceso por el que pasó, cómo poco a poco esa persona que parecía tan atenta y dulce se llegó a convertir en el peor ser que conoció en su vida.

"Vas a aprender lo que es el miedo"

Nuestra protagonista nos empieza a relatar su historia comenzando en marzo del 98, momento en que empezó la secundaria. Francisco conoció a Adela allí, y por aquel tiempo ellos junto a Sara, Laura y Alan conformaban un grupo bastante importante en la escuela, eran los "populares", y como adolescentes sus preocupaciones eran las de cualquier chico de esa edad. Es aquí cuando Adela se pone de novia con Francisco sin percatarse, sin detectar las señales que ya se presentaban, es decir, que Francisco era una persona obsesiva y violenta.

Adela por medio de estos escritos que van dirigidos a nosotros, los lectores, nos cuenta que por causa de la crisis que hubo en Argentina allá por el 2001, Francisco la deja y se va a otro país junto a su familia (que por cierto era de una muy buena posición social) y es aquí cuando Adela empieza a salir con otro chico, Facundo, que sería todo lo opuesto a Francisco.

Cuando Francisco decide volver, Adela descubre que Facundo la había engañado, o eso es lo que ella cree. A raíz de esto el viejo noviazgo vuelve a renacer.

Con el paso del tiempo se van a vivir juntos.

Me llamó mucho la atención la obsesión que tiene él con el tema de la limpieza, todo tenia que estar milimétricamente perfecto. Pero por supuesto que él no iba a ser el encargado de mantenerla. Tan obsesionado incluso para llegar a molestarle la sangre que por su culpa Adela había perdido.

"Me había convertido en su mascota.

Y lo hizo de forma perfecta.

Porque me había amaestrado con lo único que puede hacer de una persona algo menos humano:

el miedo"

Con cada capítulo que sigue, Adela va perdiendo independencia, libertad, autonomía, valor...
Es bastante fuerte ver cómo Francisco manipulándola la hace sentir culpable por cualquier situación, cómo la va alejando de sus amigos, familia, trabajo, de la vida exterior.

Usa comentarios como
"Te descuidas" "eres inútil" "Estúpida"

Usa amenazas para que no lo deje, y ella termina temiendo por sus sus seres queridos, condenándose en esa jaula.

Este libro es bastante triste y fuerte, pero también pude notar (o por lo menos fue lo que me pareció) que los padres de Adela ya iban moldeando sin querer, esa personalidad tan sumisa en ella, al enseñarle cosas como que las niñas deben sonreír, estarse calladas y no meterse en temas de hombres.
Por supuesto que sus padres no habrían querido que su hija viviera así, siendo golpeada por su pareja, pero inconscientemente la estaban preparando para ello.

Después de cada escena violenta, Francisco aparecía como si nada, la trataba con cariño, esperando obviamente que ella le respondiera igual, y cuando no estaba conforme con la respuesta volvía ponerse furioso.

Otro rasgo de Francisco es su interés en que nadie se enterara de aquella situación, incluso llegando a decirle a Adela que llamara a sus padres en frente de él para no levantar sospechas. Porque claro... qué pensarían los demás ¿no?

"Adela, no quisiera que mi error se convirtiera en una piedra con la cual machacarme.
No quiero arruinar lo nuestro.
Por eso te pido que no hables de esto con nadie, por favor...
Sabes lo mucho que detesto cuando la gente habla
de cosas sobre las cuales no tiene conocimiento"

Todos estos son rasgos típicos de una persona violenta, a medida que leía este libro pude reconocer muchos de ellos en casos reales, es como si los violentos estarían programados.

También este libro muestra lo indefensas y desamparadas que se encuentran las personas que pasan por esta situación. Pongámonos en la piel de estas mujeres, algunas de ellas logran reunir valor y recurrir a la comisaria para hacer la denuncia o a algún albergue para salir de ese ambiente tóxico, ¿pero qué recibes de respuesta? que debes esperar, que no hay lugar, que esos temas ellos no tratan. Sin duda la realidad nos pega de lleno en la cara, porque sabemos que lo que vivió Adela es así, y se da todos los días.

De esta frase sacamos el título del libro:

_Hay dos esperando afuera. Veintidós denuncias en total, con formulario completo y caso abierto.

Silencio.
Me alejé temblando de aquella puerta. No podía escuchar más. No quería. Hablaban de números como si de matemáticas se tratara. Yo sería eso también, un número más. La número veintitrés en una larga lista de espera de mujeres como yo, de "casos" como el mío"

Me parece una lectura bastante actual, real y que deberían leer tanto hombres cómo mujeres, quizá haya mujeres que estén pasando por esta situación y aún no se hayan dado cuenta, como le pasaba a nuestra protagonista.

Me encantó la presencia de Laura en esta historia, ya que ella representaba esa luz al final del túnel, esa ayuda que tanto necesitaba Adela, esa amiga incondicional que veía más allá y se daba cuenta de las cosas tratando de ayudar. Sin dudas me parecía una chica demasiado valiente.

El final no se los contaré, pero si les diré que es bastante triste, esas últimas páginas estaba conteniendo las lágrimas con mi mano tapando mi boca, no podía creer cómo había terminado todo.

"Sé que probablemente llorarás mientras leas y no puedo prohibírtelo

pero quiero que al mismo tiempo que te concentres en lo realmente importante.
¿Qué es lo realmente importante?
El después Laura.
Toda lucha, todo dolor, conlleva un después que nos resulta indescifrable,
como si un solo instante presente doloroso nos paralizara la idea de un futuro"

La historia se nos va contando a través de fechas que de alguna manera marcan los sucesos más importantes que desembocaron en el sufrimiento del presente.
Es emotiva, dramática, resalta la eterna lucha de las mujeres contra la violencia que sufren en sus propios hogares, y yo estoy segura que a más de uno hará llorar.

Me encantó, totalmente recomendable.

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